La función de las alarmas es principalmente disuasoria. Con esto quiero decir que la llamada de atención que produce una alarma funciona como barrera de seguridad. Aunque en realidad el ruido, luces, etc realmente no impiden que se comenta un acto. Su presencia es una llamada de atención que no es deseada por quien comete un delito o una agresión. En las alarmas domésticas o en los negocios siempre se señala con carteles. La mera presencia de un cartel que señala que el local o la casa tienen sistema de alarma, suele ser disuasorio por sí mismo contra los ladrones.

Alarmas personales

En el caso de una persona, no existen las señales exteriores que indican que está protegida de alguna manera. Así que como sistema de protección ante una agresión o cuando una persona se siente en peligro lo recomendable es hacer mucho ruido y llamar la atención. La alarma personal más básica y tradicional ha sido el silbato. Se entregaba a niños y mujeres en muchos ámbitos para que avisasen en caso que se sintieran en peligro.

Luces de emergencia

Existen reflectantes y dispositivos que emiten luces estroboscópicas para llamar la atención. En caso de tener un accidente para señalar la localización. Si te pierdes en un bosque, una playa o incluso rodeado de personas, es una manera de llamar la atención. Si te sientes en peligro, es una llamada de atención que hará que se aleje el peligro de ti o no se te acerque. Hay diferentes colores que pueden señalar diferentes situaciones, como el rojo para el peligro o el azul que recuerda a la policía.

En que casos se puede utilizar la luces de emergencia:

1. Para señalar el lugar de un accidente y no exponerte a más peligros.
2. Localizarte si te has perdido en un lugar aislado.
3. Señalar tu posición aunque estés entre la gente, como en un lugar muy concurrido.
4. Posición en movimiento: luces para llevar en tu bicicleta o motocicleta para que se te vea en cualquier vía.

Por ejemplo si quieres tener en tu coche una luz en caso de avería o por seguridad te recomendamos esta luz portátil magnética. O aquí un modelo que puedes poner en tu bicicleta o moto.

Alarmas sónicas

Las alarmas más clásicas y eficientes son las acústicas, aquellas que emiten sonidos fuertes y llaman la atención. Desde un simple silbato que se puede llevar en cualquier sitio a dispositivos electrónicos que emiten sonidos con un volumen muy alto. Es lo que se llama el botón del pánico. Aunque nos recuerda a los dibujos animados, el botón del pánico es aquel que pulsamos para llamar la atención. Pueden ser domésticos o para los negocios que con un mando puedes hacer que luces y sonidos suenen y se escuchen desde el exterior.

Si estás pensando en esta solución te proponemos por ejemplo este juego de dos alarmas personales. O si quieres proteger a toda la familia un set de 5 alarmas. Sos sistemas realmente económicos, pequeños y portátiles que pueden marcar la diferencia en una situación de peligro.